Trovadores y juglares, el mundo encantado de los acordes

Música callejera es un fenómeno artístico y cultural urbano desarrollado desde la Antigüedad en el contexto del arte callejero.

Puede desarrollarse con uno o varios intérpretes, con o sin instrumentos de acompañamiento o aparatos musicales. 

Se ofrecen espontánea y gratuitamente pero apelando a la generosidad del ocasional público viandante.

Sus orígenes parecen asociados al grupo de los espectáculos callejeros más ancestrales (juglares y cómicos de la legua), y ha llegado a generar formas musicales como el pasacalle.

Como fenómeno cultural asociado a las grandes urbes del siglo XXI, es habitual en el casco antiguo de las capitales, zonas peatonales, enclaves turísticos y en las instalaciones de transportes públicos (trenes, subterráneos, autobuses), en ocasiones sometido a regulaciones y normativas municipales.

El abanico geográfico del fenómeno, más allá de estos espacios tópicos podría incluir las actuaciones de los músicos sufíes en las calles de El Cairo, la música de raíz folk de Kingston, o el barrio rojo de la ciudad pakistaní de Lahore

Quito no deja de brindar oportunidades a estos trovadores callejeros y sus ancestrales vías citadinas, principalmente del centro y centro - norte de la capital, son el escenario perfecto para disfrutar de un sinnúmero de expresiones musicales que deleitan a un público heterogéneo pero ávido de sensaciones armónicas.